En el comienzo de la democracia griega decía Pericles, el gran orador, que “el que sabe y no se explica claramente es lo mismo que si no pensara”.
Algunos hemos experimentado la frustración que supone encontrarnos en un país con una lengua desconocida y no poder comunicar lo que deseamos.
Bien, pues en esa situación se hallan muchos inmigrantes al llegar al barrio del Raval, sin poder expresarse en español o catalán. Indudablemente se encuentran con una barrera, un aislamiento que contribuyen a la exclusión social.
Por este motivo una de las actividades de Terral son las clases de español. Han pasado por el aula, mujeres de Pakistán, Filipinas, Marruecos, Senegal, Siria, Brasil … El aprendizaje lleva tiempo, pero celebramos juntas los pequeños logros en conversación, redacción y gramática. La temida conjugación de los verbos irregulares nos ha permitido incluso reír con un conocido chiste:
Profesor: Conjuga el presente de indicativo del verbo ir.
Alumno responde muy lentamente: yo voy …; tu vas…; él va …;
Profesor: Más deprisa, por favor
Alumno: yo corro, tu corres, el corre …
Dentro del nivel básico de nuestra clase, simples ejercicios de gramática permiten intuir, a veces, detrás de las respuestas, una mente filosófica. Las frases de Reeka, una alumna pakistaní, son un ejemplo. Al pedirle ejemplos de preposiciones (entre, contra…) fácilmente elaboró estas respuestas:
Hay una gran diferencia entre conocimiento y amistad.
Contra envidia, solidaridad.
La última clase antes de las vacaciones del trimestre versó sobre vocabulario navideño. Para las que provienen de países de tradición cristiana los términos les eran familiares. No así, sin embargo, para las que proceden de países musulmanes. En todo caso acabamos la clase deseándonos todas, en español, ¡FELICES NAVIDADES!
Texto : Rosario Monfort (voluntaria de lengua castellana para adultas)
